Reflexiones de invierno (ll): Pensando como un viejo choto
Tengo en mi cuenta de Facebook unos 70 "amigos": algunos lo son también en vivo y en directo y otros son más o menos lejanos. Entre todos producen un flujo de información al cual dedico un tiempito diario para desbrozar: leo algunas cosas, paso de otras y guardo otras para leer después. La mayoría tiene ese formato característico del Caralibro, foto o video corto + texto aún más cortito, que se lee y se deja correr, después de una sonrisa, risa, carcajada, emoción, indiferencia o desprecio según corresponda. O sea que soy un usuario satisfecho de la red (aunque me espíen o vendan mis datos). Me gusta tener los afectos en "la nube", aunque pertenezco a ese tipo de gente que es capaz de querer a distancia y con poco contacto. Una foto, un cariño, un hola!, cada tanto en el "Feisbuk" sirven. Y también sirve ampliar el campo de intereses propio echando una miradita a lo que les interesa a quienes nos son más o menos cercanos. Parece que es característ