Creencias
Todos tenemos nuestras propias certezas. Las necesitamos por que nos inquieta la incertidumbre: deseamos vivir en un mundo comprensible y previsible. Pero por más que nos empeñemos en atribuir a nuestras certezas la cualidad de "verdades", la mayoría de las ideas y representaciones sobre el mundo que tenemos en la cabeza, son en realidad creencias, es decir "cosas que tenemos por ciertas, sin poseer evidencias de ello"(RAE). No tenemos más opción que creer en lo que no sabemos si es cierto: desde hace millones de años intentamos explicarnos el mundo para poder vivir en él alimentados, abrigados y protegidos de la mejor manera posible. Pero nuestro cerebro es limitado y solo accede al conocimiento verdadero de una partecita ínfima de lo que existe. Por eso utilizamos otro conocimiento, provisorio, conformado por teorías, conjeturas y creencias sin evidencias suficientes a las que consideramos verdaderas hasta que no se demuestre lo contrario y mientras nos