El Desbaratado y otros Fantasmas



   UNO Al Desbaratado lo veo todos los días. Cuando llego al trabajo él ya esta ahí en la vereda del Supermercado. Me voy y sigue alli, sentado sobre el cajón de verdura, inmóvil, mirando sin mirar como mi perra Floppy. Y sospecho, que como ella, con la mente en blanco, sin ningún pensamiento, imagen o lo que sea que constituye ese flujo cerebral constante que ocurre en nuestras cabezas. Regularmente, con una frecuencia supongo que calculada, toma un sorbo de la botellita plástica de guaro, el aguardiente barato que se toma por aqui. Algunas veces, muy pocas, se levanta y camina, destartalado como un títere roto, hacia no se donde. Otras, apenas camina unos pasos se cae y ahi queda horas y horas hasta que alguien, a veces la policía, lo obliga a levantarse del charco de orines y mierda en el que duerme .                                     
 Lo vimos por primera vez, hace un par de años en ese mismo lugar con un puesto de flores. Vendía , trabajaba, era un tipo más o menos como todos . Al poco tiempo, sin que sepamos ni como ni porque se convirtió en el Desbaratado y desde entonces ahi  está , malviviendo, en silencio, molestando muy poquito, esperando que la Oscura Señora venga a llevárselo de una vez. Si, en realidad el Desbaratado desagrada pero no molesta.

 DOS Molestan mucho más las Tribus Alcohólicas que se juntan frente a la Licorera. Esos son más heavys. Mas chocantes, mas amenazantes, mas primitivos, mas animales. Van casi desnudos, sucios, barbudos. Estan en movimiento, piden dinero a la gente, comen en la calle, a veces literalmente basura y duermen sobre un cartón en cualquier lugar céntrico a la vista de todos. Tampoco es que agredan o roben o traspasen el tenue límite que hay entre joder y delinquir, pero sí, su presencia en mi campo visual y vital es agresiva e invasiva. Alguno cada tanto intenta salir de alli, como Fran, quien a veces consigue trabajo en un hotel y aparece con un impecable uniforme de seguridad, bien afeitado, “Hola, Buen día, como estás, che argentino”, todo muy correcto. Va durante ese tiempo a reuniones de Alcohólicos Anónimos, pero unas semanas después recae y vuelve a la calle. Su carne es débil, diría mi abuela.

 TRES Y sin embargo, tal vez porque a veces los veo reír, pienso que ellos conservan algo de aquello que nos hace hombres. En cambio a los Hombres Rata, a los que fuman piedra, o sea el paco, el crack, a ellos ya no se les nota nada: son zombies deambulando por las calles esperando que aparezca la piedra que les hace tocar el cielo 10 minutos, para vover a hundirlos en el pavoroso infierno en el que viven.

 CUATRO Pero lo mas jodido son los Cachorros Rabiosos tan cargados de furia. Generalmente son  chicos de unos pocos años, pero con un maltrato encima como de siglos.  Expresan la furia haciendo daño  como Rudy, un pibe delgado, que no aparenta  más de 12 años. Rudy roba, incansable, una y otra vez: por las noches entra a través de pequeños agujeros en casas y negocios, de día aprovecha descuidos y sale corriendo. De día y de noche se enfrenta con la Policía que pretende escarmentarlo. El, que se sabe intocable por la ley, los desprecia. Cada tanto se interna en un  albergue del Patronato de la Infancia, come caliente, se lame las heridas y vuelve a la calle. Ayer un grupo de sus indignadas victimas lo ató a un árbol, lo desnudó le cortó el pelo y le pintó la cabeza de verde fluorescente. Hoy al mediodía estaba otra vez en el centro del pueblo, acechando.

 CINCO Me dice mi lado izquierdo del corazón y mis amigos izquierdosos y  toda la entera  Parte Izquierda del Mundo: Basta !!! De lo que estas hablando con crueldad, es de gente que no ha tenido oportunidad .  Lo mismo dicen quienes trabajan en Patronatos de la Infancia,  en recuperación , en albergues, etc.: cualquiera que hubiera caído al mundo donde ellos cayeron  caminaría torcido como ellos caminan.
 No!!!, me dice mi Cerebro Izquierdo, que paradójicamente es de Derechas: todos, absolutamente todos, tenemos un relámpago de libre albedrío, un instante en el cual elegimos seguir a los trompicones con nuestra vida mas o menos de mierda pero siempre de Este Lado, o nos entregamos al Otro: el pederasta a su carne fresca, el sádico a sus instrumentos de torturas, el Vicioso a sus drogas, el violador a su presa, el violento a su pelea, el asesino a su víctima.
  
 SEIS Termino mi cerveza, pensando en que tal vez las cosas sean asi de doblemente verdaderas, asi de ambiguas, asi de bifocales  y me levanto a trabajar. El espectáculo de la Miseria del Mundo ya no me ocupa. Paso ahora a ocuparme de la mía.

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