Un misterio


  No se bien porqué tengo la costumbre de leer el suplemento cultural de los diarios. No leo prácticamente libros, el lenguaje de los críticos literarios suele ser abstruso ( no se si está bien dicho, me lo copié del último que leí) o sea que me suelen cansar enseguida los artículos, así que no pareciera que me fuera de mucha utilidad tamaño ejercicio intelectual. A no ser que persiguiera el oscuro propósito de impresionar a las chicas con preguntas como. " Viste que reeditaron las Obras Completas de Bourroughs?" o ... "Sabés que el mes que viene esta Warhol en el Malba?". O peor aún, que persiguiera el miserable propósito de amortizar el elevado costo del diario de los Domingos (mmmm,mmm...).

 De vez en cuando, en alguno, algo encuentro que me gusta: en una reseña sobre un gran y bastante poco conocido (así lo describía el articulista) poeta argentino, Zelarrayán, leo que en un aparentemente hermoso libro de poemas para chicos, se pregunta:
                            "Cuando llueve, si corrés, te mojás menos?"
               
No se, francamente , no lo sé.


 A raíz de esta pregunta me vino otra vez a la cabeza el Misterio, el mío, porque yo hace muchos años que me pregunto una cosa. Y no es que no sea conciente de que lo desconozco todo, que de todo el océano que hay por conocer  solo sé una microscópica gota. Tampoco es que no quiera saber de miles de millones de otras cosas que no sé.  Pero, vaya uno a saber porqué, me vuelve a la cabeza una y otra vez esta inocente duda, digamos esta pequeña ignorancia, como si tuviera en el cerebro un agujerito que necesitara ser llenado.

 El hecho es que hace algunos años vivía en el campo rodeado de cerezos, ñires, lechugas, flores, gallinas, conejos , un caballo, un compost hecho con deshechos orgánico (vamos,  la basura medio podrida), algunos vecinos algo distantes y algunos miles de otros seres vivos además de todo lo inorgánico cuya enumeración sería imposible y todos, absolutamente todos con su olor particular. Es decir, con lo que yo creo que son como unos globitos, unas moléculas que  rodean todos los objetos, vivos y no vivos, y que nos caracterizan como el color o el tamaño... O sea que vivía rodeado de cientos de miles de olores, de globitos, de moléculas distintas, algunas más fuertes, algunas agradables, algunas apenas perceptibles, en fin un cosmos olorífico.

  Entonces: cómo hacía mi perra Floppy para reconocer a 150 metros de distancia  los globitos del olor de mi mujer?. Como hacía para discriminar, separar, distinguir a esa distancia ese olor de los miles y miles de olores que estaban dando vueltas por ahí y erguirse, parar las orejas y comenzar a ladrar sin verla, sin oírla, en el preciso momento en que ella doblaba la calle?.

 La verdad es que todavía no lo sé

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