Fauna argenta


De las muchas especies de argentinos que se encuentran fuera de su país, por lo general versiones mejoradas del argentino doméstico, destaca el Argentinensis Mundustrotadoris. Tienen más de 20 y menos de 30 años. Provienen de distintos sectores sociales y de los más diversos rincones. Suelen caminar solos, pero cada tanto hacen yunta con otro de su misma especie. Generalmente dominan un oficio o varios y algunos tienen un título terciario. Los podés encontrar trabajando en un bar en Manhattan, en una disco en Playa del Carmen, en Galicia o Mykonos o en donde sea, preferiblemente lugares turísticos, habitat que se les hace particularmente apto. Les gusta trabajar, nunca "están tirados", siempre hay un ahorro en el bolsillo. Aunque no es el dinero lo que los mueve: es otra cosa. Ellos aportan a la Biología el conocimiento de que existe el gen del inmigrante. El mismo que heredaron de sus abuelos vascos, ucranianos o del Friuli. Ya desde los 15 años se los oía decir que querían irse, independientemente de gobiernos o situaciones económicas. Ellos querían irse y en cuanto pudieron se fueron. Y , por cualquier lugar, hoy siguen andando, hasta que una mujer o un trabajo o la fatiga los detenga. Entoces elegirán un lugar, una pareja,  procrearán y transmitirán el gen. Porque los hombres de todas las especies (en realidad, todos los seres vivos) pasan pero los genes quedan: son inmortales.

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