ABAJO EL CARALIBRO! ( Manifiesto anti-tecnológico de un veterano un poco hippie)

De -
UNO  No tengo prisa. Se donde todo termina para mí : en la exhalación 543.453. No quiero llegar antes, no podré llegar más tarde. Por más que corra hasta allí no viviré más cosas, ni más intensamente, ni más lúcidamente, ni más profundamente. Sólo llegaré más cansado. Por eso no me den instantaneidad, velocidad, aceleración, no me sirven ya. A mí me alcanza con que las cosas sean auténticas, sean de verdad, aunque tengan 256 Mb de Ram.

DOS Es fácil hacer nuevos amigos, lo difícil es tener viejos amigos. Yo tengo como 13. No me alcanza el tiempo para encontrarme con ellos y decirnos "Hola" con el corazón abierto . No necesito nuevos amigos, solo quiero estar más con los que hoy tengo y que son mi espejo.

TRES No quiero saber que es lo nuevo para comprar, lo último para escuchar, las nuevas tendencias para observar, la onda más cool para curtir ... Ya intenté ser  un chico "moderno" con todo el trabajo que eso da, ya está. Hoy sólo estoy atento a aquello que permanece. Mientras punks y psicodelia, pantalones Oxford y chupines, glam-rock y hard-rock, Madonna y los Wawanco, Jean Paul Gaulthier y Jean Cartier y todo lo demás se van convertiendo en un montón de diarios viejos amarillentos apilados en un desván, algunas cosas, pocas, van quedando. Donde estarán?

CUATRO  No me gusta escribir 140 caracteres en un muro, que se hace rápido y fácil. Prefiero esperar a sentarme con la mente fresca y poder escribirte 2000 y decirte todo lo que quiero y puedo decirte, que ya cuesta más. Esto es como cuando vivía en un lugar al que sólo se accedía caminando 2 Km.:  me visitaban los que me querían

  Por todo esto y por muchas cosas más grito con todas mis fuerzas, en este luminoso día de marzo del año del Bicentenario, en San Carlos de Bariloche, puerta de la Patagonia profunda:
                    
                                  ABAJO EL CARALIBRO!

Abajo! toda esta movida, todo este inmenso torrente banal de bytes que circulan a la velocidad de la luz creándonos la ilusión de que nos estamos comunicando. Y que vivan los mails!
He dicho

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