Pepe y el pescadito

 Me lo trajeron hace 5 días y allí está, desde entonces, en una repisa al lado de la ventana, así le pega un poquito el sol de la tarde. Sólo debo ocuparme de darle de comer 4 escamitas de un producto hediondo atendiendo, eso sí, a no darle más que eso. Es el típico pescadito de pecera, anaranjado y plata, clásico y común, sin pretenciones, que sólo se diferencia de los cientos que he visto en dibujos animados y revistas infantiles por la pecera:  en lugar del habitual globo de vidrio este vive en un frasco alto y de boca ancha de unos 3 lts. de capacidad.
 Al principio cumplí con mi compromiso de cuidarlo, mientras su dueño vacacionaba, casi mecánicamente, como una tarea más, como quien barre o lava los platos. Pero pronto empezó a inquietarme la voracidad con que se abalanzaba sobre las 4 escamitas y la velocidad con que las devoraba. Y me sorprendí varias veces, durante el día, observándolo fijamente recorrer sus 3 lts. de territorio, haciendo como que mira el universo exterior esperando , tal vez, que venga el gil (o sea yo) a tirarle su comida. En realidad, empezó a inquietarme comprender que su única actividad, aparte de recorrer uno a uno, decenas, centenas de miles de veces al día sus 3000 cm3, es comer. Ay,ay, ay, ay...que vida miserable sin tele, ni cine, ni Internet, ni novia, ni familia, ni amigos, ni trabajo, ni hobbies, ni pasiones, ni ....ná de ná, sólo un ratito de vida (30 segundos) mientras come y el resto es ir para arriba y para abajo, girar en el sentido de las agujas del reloj y al contrario, mirando afuera de su frasco sin poder comprender, con su pequeña mente de pescadito, que ese montón de formas y colores que ve son en realidad sillones, una  tele, una heladera ... en fin, todos los objetos que componen mi mundo. La única opción que tiene para escapar de semejante tormento, que no puede ser llamada vida, es suicidarse: si uno se descuida y le da más alimento del necesario el come y come y come hasta que revienta , puff, por fin, libre...Estoy pensando muy seriamente hacerle el favor de darle todo el frasquito de alimento, mmmmmm...... Piadosa eutanasia .

 Pepe Mujica, el nuevo presidente de Uruguay pasó 3 años encerrado en un aljibe, en un pozo de, digamos,  30 m3. Su mundo estaba también absolutamente vacío, sólo su mente para llenarlo con algo. Cuenta que aprendió que las hormigas gritan, basta acercarlas al oído para oírlas. El y otros 7 prominentes guerrilleros Tupamaros fueron rehenes de los militares uruguayos: estaban aislados y condenados a morir si se producían acciones armadas.Y allí estuvo, Pepe, durante varios miles de horas como el pescadito de la repisa. Salió entero, o más o menos, pero logró recuperarse; alguno de sus compañeros quedó psíquicamente e irreversiblemente dañado e incluso Raul Sendic, el lider Tupamaro, murió posteriormente de una enfermedad atribuída a las inhumanas condiciones carcelarias de aquellos años. Como será este tipo? Que cosa especial tiene que lo lleva de ser pescadito en un sucio pozo, guerrillero desarmado, vencido y humillado a presidente de su país? Convicción, testosterona, ideas claras y verdaderas, poder personal,...? Aprendé pescadito!

 Los Tupamaros para mí fueron otra cosa, totalmente diferente a lo que vino después. Por lo menos la imagen que percibí de ellos, desde mis 17-18 añitos, tenía más que ver con el héroe romántico, tipo Robin Hood, en cuyas acciones no hay sangre ni muerte como en aquellas películas en que los tipos caen pero no se ve ninguna herida. La violencia justiciera de los Tupas era  casi blanda, simpática y amigable. Recuerdo secuestros de empresarios ricos, de algún embajador, siempre terminados con la liberación y el pago del rescate salvo el de Dan Mitrione, un agente de la CIA, acusado de entrenar torturadores, a quien asesinaron. Se preocupaban por que sus acciones tuvieran un toque de humor, tipo "el chiquito que le moja la oreja al grandulón prepotente". De hecho fueron detenidos varias veces y varias veces escaparon, como aquella fuga masiva a través de un túnel, de 134 presos (también había comunes) del penal de Punta Carretas. Tan simpáticos y amigables eran que fueron derrotados tempranamente, en el año 72 con toda su dirigencia detenida esta vez definitivamente.
 Yo creo que ellos tuvieron una enorme influencia en la aceptación de la lucha armada por parte de los que éramos jóvenes en aquellos años y como tales, necesitados de sustitutos paternos, héroes, ejemplos, ídolos con los cuales identificarnos. Parecían buenos tipos, alegres, simpáticos y podían luchar, ellos solitos, contra el Grandote Abusador. Que más podíamos pedirle a un héroe?.