Jubilaciones anticipadas


 Imagino lo difícil que debe ser jubilarse, por lo menos al principio. Muchos, lo sé, se resisten a afrontar ese momento y ahí están, dale que te pego, haciendo esfuerzos por seguir siendo “útiles”, para así seguir sintiéndose vivos. Y están en su derecho, claro. Pero, digo yo, ahora que el ANSES, (el organismo que se encarga de otorgar las jubilaciones) tiene una política abierta, facilitando el retiro de quienes tienen la edad para hacerlo aunque no hayan aportado en su momento, no sería posible jubilar a quienes con la persistencia en su tarea se han convertido en un grano del pasado que dificulta la evolución del presente? Tengo algunas propuestas:

 Con todo el respeto, creo que todos ganaríamos si Doña Hebe Bonafini se jubilara después de trabajar 33 años en esa desgastante tarea de, primero, luchar valientemente por desnudar el perverso mecanismo de las desapariciones y luego, de manifestar un permanente odio hacia todos los que considera culpables del asesinato de su hijo (todos, desde el imperialismo hasta Magdalena Ruiz Guiñazú). Todo esto acompañado de frecuentes intervenciones públicas para opinar sobre todos los acontecimientos habidos y por haber, con el mismo conocimiento y solvencia intelectual que el rojillo portero de mi edificio a quien los franquistas le fusilaron un tío durante la Guerra Civil. La queremos doña Hebe, la respetamos, pero sinceramente la preferimos calladita, tranquila en su casa, viendo la tele, tomando mate, o sea jubilada como, más tarde o más temprano, también nosotros estaremos.

 También, creo que sería bueno que jubiláramos, de paso, a todos los guerreros de uno y otro bando. Hoy, ya veteranos, los guerreros K, estén donde estén, en los ministerios, en los medios oficiales y los antiK, en sus bancas de diputados o en los partidos políticos, siguen ladrando como viejos Rottweilers, siguen peleando como cuando había una dictadura y hacer política era jugarse el pellejo. Contra la derecha o las tendencias chavistas de los K, contra el imperialismo, contra los monopolios o el gobierno corrupto, contra la oposición “destituyente” o los antidemócratas que gobiernan, siempre los guerreros de todos los bandos encuentran algún enemigo para aniquilar. Ellos son los que crispan la vida política y la convierten en un pantano donde todos chapotean. El tema es que necesitan seguir peleando: así llegaron a la política y así seguirán porque esa es su naturaleza. Pero, así es la vida, todo pasa y ya no necesitamos guerreros: la política ya no es el arte de imponerse sobre los otros sino el de construir mayorías . Hoy sólo cuentan los que son capaces de unir, de sumar, ya no hay que destruir a los Otros, sino comprenderlos. Triunfar es encaminarnos a todos detrás del objetivo de hacer más grande este paisito.

 Sin los A. Fernadez, sin las Lilitas, sin los“6,7,8”, sin los titulares torcidos de Clarín, sin el montón de tipos que se dedican a echar leña al fuego de la intolerancia, la política podría comenzar a ser el territorio donde se construyen las soluciones. Como siempre debió ser ser.

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