Aplausos

 
  No quiero una Presidenta bajando de la Sierra Maestra, ni que camine descalza por las selvas bolivianas, ni que use un pañuelo blanco en la cabeza, ni que luche en la clandestinidad contra el capitalismo o el imperialismo o las corporaciones o Clarín. Eso es el pasado.

  Tampoco quiero una Presidenta que gobierne como si fuera el CEO de Mastercard porque los CEOS solo saben hacer dinero y para gobernar también hay que saber sobre la vida y sobre la muerte.

 Quiero una Presidenta que cuando se vaya vea como, en ese último día, todos (o un 83%, es igual), villeros morochos y rubios millonarios, dulces cantores e infatigables productores, progresistas talibanes y tibios xenófobos , nos ponemos de pie y la aplaudimos emocionados.

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