Adios, Don Albert (1)
El
29 de Abril de 2008 se fue, a los 102 años, Don Albert Hofmann, el descubridor del LSD.Yo me conmoví un poquito viendo
algunos videos en You Tube en donde aparece un hombre elegante, sereno y sabio
hablando sobre su Hijo Problemático, que es como él llama al Acido en su libro.
Leo también la página del Symposium sobre
LSD (link: http://www.lsd.info/en/home.html ), realizado en Basilea en Enero de 2006,
coincidiendo con el cumpleaños 100 de Don Albert. Tremendo megaevento de la
Comunidad Psicodélica que se agrupa en torno al Acido y las demás Drogas Sagradas.
Sorprende descubrir que participaron de este evento, en lugar de hippies gordos,
veteranos y barbudos, un montón de químicos, farmacéuticos, psiquiatras,
psicólogos, físicos, filósofos, musicólogos y un largo etcétera de científicos
e intelectuales tan serios como si el Simposio tratara acerca de la aceleración de partículas sub-atomicas.
Me sorprende también un
programa de Televisión Española,“El mundo por Montera” de Fernando
Sanchez Drago, en donde Fernando Savater, Antonio Escohotado, Luis
Racionero, entre otros, entrevistan conjuntamente al Dr. Hofmann.
(Este es el video y el link con la transcripción)
Toda la vida de Don Albert está marcada por ese fortuito experimento de Abril de 1943 durante el cual, involuntariamente, a través de un descuido en la manipulación, recibe una dosis de LSD mucho más potente de las que circulan en las calles. Y así es como este joven bioquímico se convierte en el papá de la droga psicotrópica más poderosa que existe. (La dosis habitual 100microgr es la 5ta parte de un granito de sal). A partir de los primeros 50, Sandoz (hoy Novartis después de la fusión con CIBA- Geigy, una de las multinacionales farmaceúticas más grandes del mundo), el laboratorio para el que trabajaba Hofman, decidió dejar de producirlo. Y como suele suceder con todo lo nuevo y revolucionario, después de 10 años de uso experimental en psiquiatría (recuerdo haber oído hablar, en el 68 en Buenos Aires, de un Psicológo, un tal Fontana, si mal no recuerdo, que usaba LSD en sus sesiones) y cerca de 3000 investigaciones realizadas sobre sus efectos, las instituciones que detentan el poder sobre lo farmaceútico y lo psiquiátrico prohiben su fabricación y uso para cualquier fin. Habrá sido primero la prohibición y luego la irrupción del ácido en la calle o al revés? La cuestión es que a partir de los 60´s el Hijo Problemático de Hofmann pasó a cabalgar descontrolado, produciendo seguramente buenos y malos viajes, pero sin poder anidar en lo que su descubridor considera su nicho natural: los consultorios de los psicólogos y psiquiatras y los laboratorios de quienes se ocupan de investigar la mente y la conciencia.
Hasta el día de hoy, en que recién en el 2007 y motorizado por este poderoso y vital sabio de 101 años, se autoriza la 1era Investigación Aplicada de LSD sobre enfermos terminales. (En la entrevista de RTVE Don Albert habla de su relación con Aldous Huxley y sobre su muerte en ácido). Por cierto, y esto me parece un signo de los tiempos, se que existe un movimiento mundial fuerte para la legalización del uso recreativo de las drogas. Pero no escucho voces que reclamen la legalización de las investigaciones y del uso psiquiátrico de las drogas psicodélicas o enteógenas (que tienen a Dios adentro) como gustaba llamarlas el Dr Hofmann. Legalicemos las drogas de las risas no las de la conciencia.
Algunos comparan el descubrimiento del LSD con ese otro descubrimiento científico contemporaneo: la fisión nuclear y la energía atómica. No estoy seguro de como manejaron su descubrimiento aquellos científicos, pero si creo que Don Albert fué un padre amoroso y cuidadoso con su criatura. Y si es verdad, tal como creo, que la conciencia humana se expandió en estas últimas décadas, algo tuvieron que ver en esto, Don Albert y su pibe.
Toda la vida de Don Albert está marcada por ese fortuito experimento de Abril de 1943 durante el cual, involuntariamente, a través de un descuido en la manipulación, recibe una dosis de LSD mucho más potente de las que circulan en las calles. Y así es como este joven bioquímico se convierte en el papá de la droga psicotrópica más poderosa que existe. (La dosis habitual 100microgr es la 5ta parte de un granito de sal). A partir de los primeros 50, Sandoz (hoy Novartis después de la fusión con CIBA- Geigy, una de las multinacionales farmaceúticas más grandes del mundo), el laboratorio para el que trabajaba Hofman, decidió dejar de producirlo. Y como suele suceder con todo lo nuevo y revolucionario, después de 10 años de uso experimental en psiquiatría (recuerdo haber oído hablar, en el 68 en Buenos Aires, de un Psicológo, un tal Fontana, si mal no recuerdo, que usaba LSD en sus sesiones) y cerca de 3000 investigaciones realizadas sobre sus efectos, las instituciones que detentan el poder sobre lo farmaceútico y lo psiquiátrico prohiben su fabricación y uso para cualquier fin. Habrá sido primero la prohibición y luego la irrupción del ácido en la calle o al revés? La cuestión es que a partir de los 60´s el Hijo Problemático de Hofmann pasó a cabalgar descontrolado, produciendo seguramente buenos y malos viajes, pero sin poder anidar en lo que su descubridor considera su nicho natural: los consultorios de los psicólogos y psiquiatras y los laboratorios de quienes se ocupan de investigar la mente y la conciencia.
Hasta el día de hoy, en que recién en el 2007 y motorizado por este poderoso y vital sabio de 101 años, se autoriza la 1era Investigación Aplicada de LSD sobre enfermos terminales. (En la entrevista de RTVE Don Albert habla de su relación con Aldous Huxley y sobre su muerte en ácido). Por cierto, y esto me parece un signo de los tiempos, se que existe un movimiento mundial fuerte para la legalización del uso recreativo de las drogas. Pero no escucho voces que reclamen la legalización de las investigaciones y del uso psiquiátrico de las drogas psicodélicas o enteógenas (que tienen a Dios adentro) como gustaba llamarlas el Dr Hofmann. Legalicemos las drogas de las risas no las de la conciencia.
Algunos comparan el descubrimiento del LSD con ese otro descubrimiento científico contemporaneo: la fisión nuclear y la energía atómica. No estoy seguro de como manejaron su descubrimiento aquellos científicos, pero si creo que Don Albert fué un padre amoroso y cuidadoso con su criatura. Y si es verdad, tal como creo, que la conciencia humana se expandió en estas últimas décadas, algo tuvieron que ver en esto, Don Albert y su pibe.
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