Creencias

 
                "La Verdad saliendo de un pozo armada con un látigo para castigar a  la humanidad"                                                       Jean-Léon Gerôme 
                         ( La Verdad vive en un pozo sagrado, dada su naturaleza elusiva)                                                                                    
                      
  Mi mente está focalizada en la duda, desde siempre, es mi naturaleza. No me llevo bien con el pensamiento firme y decidido cuya caricatura se encarna en el "pensador taxista" una especie bastante abundante de tipos, generalmente militantes, con el cerebro lleno de slogans contundentes, frases hechas, palabras vacías a fuerza de repetidas e ideas prestadas  de sus formadores de opinión e ideólogos autorizados. 

 Sé perfectamente que entre el trabajo, el colegio de los chicos, el futbol5 con los amigos, tenemos poco tiempo para aprender, para comprender, para investigar sobre la minería a cielo abierto, la conveniencia de usar reservas para pagar deuda o la composición de la oposición ucraniana. Por mencionar solo algunos de los 10 o 20 temas que integran la agenda informativa de cada día. No podemos con todo. Entonces compramos Pag12 o El País, acudimos a las Páginas  que  habitualmente nos orientan sobre lo que pensar sobre tal o cual tema y ya está. No hay más remedio: el mundo es demasiado extenso para ser comprendido por la cabeza  del hombre común

 Sé también que las verdades en cuestiones políticas o ideológicas son inaprensibles,  líquidas, oscilantes, que hoy parecen que sí pero mañana que no. Son además indemostrables. No podemos demostrar que es una verdad que es mejor para la Nación ser de izquierda o de derecha o que el mundo se encamina hacia un abismo o que la vida empieza cuando el espermatozoide penetra en el óvulo. Estas cosas no se saben, se creen. Las verdades políticas o ideológicas son simplemente creencias. Aún las verdades económicas lo son. Dice Bein, un economista respetado (por algunos, claro), que "en cuanto a los pronósticos el estado de la ciencia económica es muy parecido al de la meteorología del s XIX, previa a los satélites". Por eso es que discutir de política, la lucha política en sí, a la que asistimos todos los días en los medios, es un ritual inútil. Las creencias no se discuten. Nadie puede convencer al otro, como un musulmán no convencerá al cristiano de que "Ala es el más grande". 

 Y sin embargo olvidamos que no sabemos, que no entendemos lo que defendemos, que simplemente lo leímos en Pag 12 o La Nación.  Olvidamos que aquello que pensamos no es verdad sino lo que creemos que es verdad, o mejor, lo que los formadores de opinión a quienes respetamos creen, (ellos tampoco saben), que es verdad. Suena feo, verdad? Y, sin embargo, defendemos estas ideas ajenas, que nos vienen de afuera, como si en ello nos fuera la vida.

 Ya, por estas tierras, no matamos ni morimos por creencias, como aquellos Cruzados que atravesaban medio mundo para vencer a los infieles. O en los 70´s, sin ir más lejos, cuando había que aniquilar a los enemigos del Pueblo o a los enemigos de la Civilización Occidental y Cristiana. 

 Pero sin embargo, hoy en la Argentina, la lucha política es áspera, es mala onda. Será porque lo que hay detrás es la lucha por el poder y todo lo que eso conlleva, será porque nuestras ideas integran nuestro tan preciado ego, nos identifican, forman parte de la imagen que queremos dar de nosotros, la cuestión es que hay gente que le agrega a las diferencias ideológicas o políticas un valor moral: no es que los otros piensan distinto, lo que pasa es que son malos (o corruptos y antidemócratas o servidores de las corporaciones que solo buscan su riqueza a costa del hambre y la explotación de los pobres, etc.). Para muchos hoy, la lucha es entre nosotros, los buenos y los otros, los hijos de puta. 
 Venezuela es hoy el paradigma de esta creencia que a mi me parece sobretodo vieja e inútil. 
 Yo lo veo así: Unos y Otros, todos tan buenos y tan malos por igual, o sea todos "más o menos", creyendo lo que elegimos (o lo que nos toca) creer. 
 Por eso, a pesar de la inevitable y a veces encarnizada lucha entre ideas diferentes,
                                       la Paz es posible.



Comentarios

  1. comparto tu análisis, con simpatía ....es tan próximo a lo que siento y pienso!
    hace falta recordar que hay que vaciar la papelera de vez en cuando! tanto spam contamina el ánimo y hasta el funcionamiento de las neuronas.un abrazo y gracias

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