Cisnes negros



 Muchos hombres y mujeres de nuestro tiempo necesitamos vivir en un mundo comprensible y previsible. Hasta hace unos siglos, Dios lo explicaba Todo. Ahora de esto se ocupa el conocimiento y va haciendo lo que puede por contarnos un mundo en el cual podemos hacer proyectos, planificar y donde las cosas  suceden porque hay causas que las producen.. 

 A finales del siglo XVIII los zoólogos sabían que las aves volaban, las crías de mamíferos eran amamantadas por sus madres y que los cisnes eran blancos. Cuando llegan los colonos ingleses a Australia y descubren que existen los cisnes negros una verdad aceptada cae; un hecho previsible, "todo cisne que veas será blanco", deja de serlo.

 Dice Nassim Taleb, un investigador libanés, que la humanidad recibe con cierta frecuencia la visita de un cisne negro: un volcán erupciona, un tsunami arrasa, un reactor nuclear explota, una revolución, una guerra, una crisis financiera suelen cargarse los mundos previsibles y ordenados que la gente se empeña en construir. Un día, un ciudadano  chino come un sándwich de murciélago, se contagia un virus y la vida humana de todo el planeta queda patas para arriba. 

 Pero no nos caemos:  así como llegan, un día los cisnes negros se van. Nosotros enterramos a nuestros muertos, reconstruímos nuestras casas, y seguimos. Volvemos a vivir en el mundo como si fuera previsible, Como si nada hubiera pasado. Es una de nuestras destrezas.

        Por eso estamos aquí hoy. 

 

Comentarios

  1. Siii que cierto lo que escribís es que a la resiliencia del ser humano le gana la resiliencia de la misma Tierra

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