( Estudié historia en el colegio y aprendí algo leyendo los diarios, viendo la tele y ahora navegando en la Web. Y viviendo. Así es como me cuento la historia que viví. Y la que vivo.)
Nací en 1951, en un país profundamente dividido. Por un lado, una mayoría, constituída por las clases más postergadas. beneficiada por las potentes medidas sociales del peronismo, que en las elecciones de 1951 obtuvo el 63,5 % de los votos (contra 32% del segundo). Y por otro, una minoría , conformada por clases medias y altas, excluídas de las prioridades del estado y crítica del autoritarismo y ciertas formas antidemocráticas del gobierno peronista (censura, límites a la libertad de expresión persecución de opositores, (Ver Comisión Visca)). El enfrentamiento entre los dos sectores alcanzó su punto culminante el 16 de junio de 1955 con los choques entre unidades militares en el centro de Buenos Aires y el bombardeo, por parte de más de 30 aviones de la Marina a la Casa Rosada y a la Plaza de Mayo en donde murieron 308 civiles entre ellos 6 niños. Por la noche el edificio de la Curia y 10 iglesias y templos católicos fueron incendiados.
El 16 de Septiembre la "Revolución Libertadora" derrocó definitivamente a Perón comenzando así un período de 18 años durante el cual el peronismo fué proscripto. No solo fué imposibilitado de participar en elecciones, sino también de usar sus nombres y símbolos: era delito en aquellos años decir "Perón".
El intento de anular uno de los dos polos en que se dividía la sociedad argentina por medio de la fuerza fracasó. En 1973, al regresar Perón al gobierno con un mensaje pacificador la polarización peronismo-antiperonismo pareció comenzar a disolverse. Sin embargo una nueva contradicción se montó sobre ella: la del capitalismo vs, el socialismo. La Revolución bolchevique en 1917, el triunfo de Mao Tse Tung en China en 1949, entre otros avances del socialismo, instalaron la idea de que era posible que un grupo de hombres formaran un partido "para tomar el poder y liberar a los trabajadores y las clases populares de la explotación a la que los someten los capitalistas". En espejo, al mismo tiempo, se conformó el grupo de aquellos que buscaban "defender la libertad, de la dictadura comunista que somete a los ciudadanos y los convierte poco menos que en siervos del estado". Este eje que atravesó todo el planeta durante el siglo XX, dió origen a lo que se conoció como "Guerra Fría", que finalizó con el derrumbe de la Unión Soviética en 1991. Esta guerra ideológica provocó guerras calientes y el accionar de grupos guerrilleros urbanos y campesinos en muchos países,
A América Latina la idea de las bondades de la Revolución nos llega a partir de la Cubana y las figuras míticas del Che y Fidel Castro y encajó perfectamente con el peronismo proscripto. La mayoría de las organizaciones armadas en la Argentina, se reivindicaba como peronista. Si bien eran ideológicamente opuestas, a ambas corrientes les vino bien acoplarse: Perón usó las "formaciones especiales", como les llamaba, como poderosa arma de presión y a la izquierda revolucionaria le permitió conectarse con masas populares como no hubieran podido hacerlo por otros medios.
La Argentina de fines de los años 60´s y de los70´s no solo fué una sociedad dividida: también fue un país en guerra. Un eco lejano de la Guerra Fría: la sociedad "occidental y cristiana" librando una guerra contra "la patria socialista" Solo combatían algunos, pero el grado de violencia que llegamos a aceptar como natural hoy nos asombraría. Después de algunos años de guerra sucia todo terminó de la peor forma: derrotada y aniquilada la guerrilla fuímos un país sometido por una dictadura hasta 1983.
Después de esta breve y superficial revisión de nuestro pasado reciente plagado de guerras, enfrentamientos, odio, muerte y dolor me pregunto ¿porqué siento que hoy nos separa una grieta infranqueable?. Grieta había entre la guerrilla y los militares que los torturaban o entre Aramburu y el Montonero que le pegó un tiro en el pecho.
Lo nuestro, hoy, es apenas una rajadura.
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